Por José Guadalupe Bermúdez Olivares
Del 10 al 12 de abril de 2025, Santa Clara del Cobre, Michoacán, se convirtió en el epicentro del cooperativismo mexicano. Cientos de cooperativistas de todo el país se dieron cita en el Foro Nacional de las Cooperativas, un encuentro sin precedentes en el que convergieron experiencias, propuestas, demandas y visiones de futuro. Este foro no fue un evento más: fue una afirmación colectiva de que otro modelo económico es posible, uno que nace desde los territorios, que construye con las manos de la gente y que pone a las personas y a la vida en el centro.
El evento tuvo diversos significados, estructurados en cuatro grandes ejes: el reconocimiento del cooperativismo como alternativa, el impulso a las políticas públicas, el fortalecimiento de redes y la visibilidad nacional e internacional del movimiento.
Significados clave del Foro
1. Reconocimiento del cooperativismo como alternativa económica
Uno de los significados más profundos del Foro Nacional de Cooperativas 2025 fue el reconocimiento explícito del cooperativismo como una alternativa viable, ética y estratégica al modelo económico dominante. En un país donde persiste la desigualdad, la informalidad laboral, el despojo territorial y la concentración de la riqueza, las cooperativas ofrecen un camino distinto: una economía centrada en las personas y no en el capital.
Durante las jornadas del foro, diversos actores sociales, representantes de cooperativas, académicos y funcionarios públicos coincidieron en que las cooperativas no son una forma marginal o subsidiaria de producción, sino que constituyen un modelo completo de organización económica y social que puede responder a los desafíos estructurales del país:
¿Por qué el cooperativismo es una alternativa real?
- Distribuye el ingreso y la riqueza de forma equitativa
A diferencia de las empresas tradicionales, donde las ganancias se concentran en unos pocos accionistas, en las cooperativas el excedente se reparte entre los socios, se reinvierte en la comunidad o en fondos sociales. Esto fortalece las economías locales y reduce la desigualdad.
- Genera empleo digno y estable
En un contexto donde más del 50% del empleo en México es informal (INEGI, 2023), las cooperativas ofrecen trabajo con sentido de pertenencia, con seguridad social autogestionada, y bajo principios de solidaridad. Cada socio es también responsable y beneficiario.
- Promueve la participación democrática
La gobernanza cooperativa funciona bajo el principio de “una persona, un voto”, sin importar el capital aportado. Esto educa en ciudadanía activa, en toma de decisiones colectivas, en rendición de cuentas y corresponsabilidad: principios que hacen falta en el tejido democrático del país.
- Sostiene la vida en los territorios
Las cooperativas, especialmente en contextos rurales, indígenas y populares, preservan la identidad cultural, el arraigo al territorio y el uso sustentable de los recursos naturales. No extraen: construyen desde adentro y con visión de largo plazo.
- Fortalece el tejido social
Allí donde el sistema ha desintegrado comunidades por la violencia, la migración forzada o la pobreza, el cooperativismo reconstruye vínculos de confianza, reciprocidad y organización, reestableciendo la esperanza colectiva.
En Santa Clara del Cobre, se visibilizó que la alternativa no es teórica: ya existe en cientos de cooperativas productivas, de consumo, de ahorro, de mujeres, juveniles y campesinas, muchas de ellas agrupadas en el Consejo Superior del Cooperativismo. Allí se demostró que el cooperativismo no necesita caridad: necesita reconocimiento y condiciones justas para competir y crecer.
La apuesta del foro no fue solo política o económica, sino también cultural y ética. Como se dijo en una de las mesas:
“El cooperativismo no solo nos da trabajo, nos devuelve la dignidad, la comunidad y la posibilidad de soñar juntos.”
2. Impulso a políticas públicas favorables
Uno de los principales logros del Foro Nacional de las Cooperativas 2025 fue colocar en el centro del debate la necesidad urgente de políticas públicas que reconozcan, impulsen y fortalezcan al sector cooperativo como motor estratégico del desarrollo nacional.
Durante los tres días del evento, los y las participantes hicieron un llamado claro: México necesita transitar de una economía excluyente a una economía social con justicia distributiva, participación democrática y sustentabilidad territorial. Y para ello, el cooperativismo no puede seguir siendo una excepción legal o una figura olvidada en los planes de gobierno.
¿Por qué se necesitan políticas públicas que apoyen al sector cooperativo?
- Porque el cooperativismo ya existe y resiste, pero lo hace sin apoyos adecuados
Las cooperativas en México han crecido a pesar de la falta de financiamiento, asesoría técnica, acceso a mercados, mecanismos de compras públicas o marcos legales actualizados. No se trata de “crear cooperativas”, sino de potenciar y proteger las que ya funcionan, que muchas veces son invisibilizadas en las estadísticas oficiales o ignoradas en las estrategias económicas.
- Porque las cooperativas generan impacto social y territorial
Cuando se fomenta el cooperativismo, no solo se apoya a un grupo productivo, se fortalece una comunidad, se arraiga a las personas a sus territorios, se promueve la equidad de género y se distribuyen oportunidades donde el mercado no llega. El impacto social y comunitario que genera este modelo justifica, por sí mismo, su impulso desde las políticas públicas.
- Porque necesitamos diversificar el modelo de desarrollo
En un país donde el modelo económico hegemónico ha producido pobreza estructural, migración forzada, violencia y precarización, es urgente abrir camino a modelos económicos más democráticos, solidarios y sostenibles. Las políticas públicas deben dejar de privilegiar únicamente a las grandes empresas y reconocer la capacidad organizativa y productiva del sector social.
- Porque el Estado tiene un mandato constitucional
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 25, establece que el sector social de la economía, cooperativas incluidas, debe ser fomentado y protegido por el Estado. No es solo una opción política: es un mandato legal y ético que debe cumplirse con acciones concretas, no solo con declaraciones.
¿Qué propuso el Foro Nacional?
Desde Santa Clara del Cobre se lanzaron varias propuestas concretas, entre ellas:
- Luchar por incluir al cooperativismo en el Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030, como eje transversal para la reactivación económica regional, el empleo digno y la soberanía alimentaria.
- Proponer una reglamentación operativa a la ley de adquisiciones donde las dependencias gubernamentales puedan contratar directamente con cooperativas legalmente constituidas, fomentando circuitos cortos de economía solidaria.
- Participar, como organismo de consulta, en los mecanismos de certificación y fomento que operará el INAES, para distinguir a las cooperativas auténticas de las simuladas, con la protección del enfoque social y la no afectación del movimiento.
- Solicitar fondos públicos de inversión social, específicos para el sector cooperativo, con acceso preferente para mujeres, jóvenes y pueblos originarios.
- Impulsar la educación cooperativa en los sistemas educativos, universidades y centros de formación técnica.
El foro dejó claro que el cooperativismo no pide privilegios, pide justicia. No solicita subsidios, exige condiciones de equidad. No busca competir con las grandes empresas desde la desventaja, sino que exige reglas claras, apoyos proporcionales y reconocimiento de su valor social.
Como se afirmó en una de las sesiones plenarias:
“Sin políticas públicas de fomento, no hay cooperativismo posible; con ellas, el país tiene una oportunidad de desarrollarse con dignidad, paz y justicia social.”
3. Fortalecimiento de redes cooperativas
Uno de los logros más significativos del Foro Nacional fue su capacidad para convocar, enlazar y articular a cientos de cooperativas de distintas regiones, sectores productivos, edades y contextos culturales. Lejos de ser un simple encuentro informativo, el foro funcionó como un espacio de reencuentro, de confianza y de organización, donde se renovó una certeza esencial:
“La fuerza del cooperativismo está en la red, no en la individualidad.”
En Santa Clara del Cobre se respiró un espíritu de movimiento: un impulso colectivo que va más allá de las prácticas locales y que se proyecta hacia una articulación nacional de cooperativas, basada en la cooperación entre iguales, la complementariedad territorial y la soberanía organizativa.
¿Por qué es fundamental fortalecer redes cooperativas?
- Porque solas, las cooperativas resisten; juntas, transforman
Muchas cooperativas en México operan de forma aislada, enfrentando solas problemas estructurales: financiamiento limitado, acceso desigual a mercados, escasa visibilidad institucional. Al vincularse en redes, multiplican sus capacidades, se defienden de la competencia desleal y pueden generar cadenas de valor solidarias.
- Porque permite compartir saberes, soluciones y estrategias
Una red es más que una estructura organizativa: es un espacio de aprendizaje mutuo. A través de redes, las cooperativas pueden intercambiar conocimientos técnicos, prácticas administrativas, marcos legales, plataformas digitales, o incluso experiencias de resistencia y cuidado. Nadie lo sabe todo, pero entre todas, sabemos mucho.
- Porque las redes construyen poder social y político
En una red, las cooperativas no solo se fortalecen productivamente, sino que tienen mayor capacidad de interlocución frente al Estado, organismos financieros, universidades y medios de comunicación. El cooperativismo necesita presencia pública, y las redes hacen visible su existencia y relevancia.
- Porque fomentan la soberanía organizativa y la identidad cooperativa
Fortalecer redes cooperativas no es copiar modelos empresariales tradicionales, sino construir desde los valores de la ayuda mutua, la participación, la equidad y la democracia económica. Las redes permiten mantener viva la identidad cooperativa, protegerla de la mercantilización y cuidar que “cooperativa” no sea solo una forma legal, sino un compromiso ético.
Experiencias destacadas en el foro
En el foro se compartieron diversas experiencias de redes cooperativas, entre ellas:
- La Alianza Cooperativista Nacional (ALCONA), organizadora del evento que integra a decenas de cooperativas de ahorro y a otras de producción y consumo.
- Federación de finanzas populares que se ubica en varios estados del país, entre ellos Michoacán y Quintana Roo.
- La Unión Estatal de Cooperativas de Michoacán que articula a más de 240 cooperativas agroalimentarias, de servicios y transformación.
Tejer redes cooperativas es una forma de construir soberanía desde abajo, de ejercer el derecho a organizarnos por fuera de las lógicas del capital, y de demostrar que la cooperación entre iguales puede generar una economía solidaria, eficiente y justa.
Como se dijo en una plenaria del foro:
“Las redes nos salvan del aislamiento y nos devuelven la fuerza del nosotros.”
4. Visibilidad del cooperativismo en el Año Internacional de las Cooperativas
La realización del Foro Nacional de las Cooperativas en Santa Clara del Cobre no fue solo un acto local o sectorial. Fue un gesto de posicionamiento político y cultural, realizado en el marco del Año Internacional de las Cooperativas 2025, una conmemoración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para visibilizar el papel estratégico de este modelo en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Desde esta perspectiva, el foro fue una plataforma de visibilidad y legitimación del cooperativismo mexicano, y una oportunidad para mostrar que en los territorios de México ya existe una economía más humana, democrática y resiliente, con rostro campesino, indígena, femenino, juvenil y comunitario.
¿Por qué importa visibilizar al cooperativismo?
- Porque lo que no se nombra, no existe para las políticas públicas
En muchos espacios de decisión, el cooperativismo sigue siendo desconocido o subvalorado. Darle visibilidad permite que se reconozca su aporte al empleo, la economía local, la inclusión y la justicia social, y que se le dé lugar en los presupuestos, planes de desarrollo, marcos legales y agendas de gobierno.
- Porque rompe con el mito de que solo el mercado capitalista es viable
Al mostrar experiencias reales de cooperativas exitosas, como Pedro Ezqueda, Pascual, Cruz Azul y otras, el foro ayudó a romper el estigma que ve al cooperativismo como “ineficiente” o “dependiente”. Se demostró que las cooperativas son autosostenibles, innovadoras, competitivas y profundamente comprometidas con su comunidad.
- Porque inspira a nuevas generaciones
La visibilidad también tiene un efecto pedagógico y emocional. Ver a cientos de cooperativistas compartiendo experiencias, desafíos y logros, inspira a nuevas personas, especialmente jóvenes, a organizarse, a emprender desde lo colectivo y a creer en otro modo de hacer economía.
- Porque el cooperativismo es una respuesta a crisis múltiples
En el Año Internacional de las Cooperativas, se reconoce a nivel global que la economía social es clave para enfrentar crisis climáticas, alimentarias, sanitarias y democráticas. México no puede quedar al margen de este movimiento. El foro fue una muestra de que el país tiene un cooperativismo vivo, diverso y dispuesto a ser parte de la solución.
Proyecciones desde el foro
Durante el evento se delinearon acciones para aprovechar el impulso del Año Internacional, entre ellas:
- Fortalecer las alianzas entre cooperativas, universidades, gobiernos locales y organizaciones civiles.
- Impulsar una campaña nacional de comunicación cooperativa, con testimonios, cifras, cápsulas educativas y presencia en redes sociales.
- Participar activamente en la agenda internacional del cooperativismo, vinculando a las cooperativas mexicanas en foros globales.
- Fortalecer al Consejo Superior del Cooperativismo como organismo de integración encabezado por la Cooperativa Cruz Azul.
El foro en Santa Clara del Cobre no solo reunió a cooperativistas: los hizo visibles como protagonistas del desarrollo social del país. En un momento en que el mundo busca modelos más justos, el cooperativismo debe estar en la conversación nacional y global, no como un recuerdo del pasado, sino como la promesa viva de un futuro distinto.
“Este año internacional no es un festejo, es una trinchera de visibilidad. Y Santa Clara fue nuestra bandera.”
Retos y oportunidades
A pesar de los avances, el foro también puso de manifiesto desafíos persistentes, como la necesidad de mayor difusión y reconocimiento del cooperativismo en México. Se destacó la importancia de renovar el movimiento cooperativo, dándole un mayor impacto y difusión para que más personas se sumen e impulsen el cooperativismo en el país.
El Foro Nacional de las Cooperativas en Santa Clara del Cobre representó un paso significativo hacia la consolidación del cooperativismo como una alternativa económica viable y sostenible en México. Al reunir a actores clave del sector, fomentar el diálogo y promover políticas públicas favorables, el evento sentó las bases para un futuro en el que las cooperativas desempeñen un papel central en el desarrollo económico y social del país.
Desde la Unión Estatal de Cooperativas de Michoacán, reconocemos la calidad de personas que dirigen a ALCONA y su capacidad de convocatoria, en especial a su presidente Rafael Martínez Ponce y su Coordinador nacional José Guadalupe Armenta, así como al equipo que operó la logística y los apoyos organizativos cuyos datos se encuentran en el espacio https://foro.nodess.mx/, en este evento también cada organismo del COSUCOOP se demostró a sí mismo su potencial. Un gusto pertenecer al Consejo Superior.
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