José Guadalupe Bermúdez Olivares
Hay muchos episodios de represión y muerte en México, en especial son ataques a los movimientos sociales. Un movimiento social se origina cuando un grupo de personas, organizado o espontáneo, se une para cambiar una situación que consideran injusta, desigual o excluyente, o para defender derechos, valores o formas de vida que sienten amenazadas, las causas pueden ser diversas, pero suelen estar relacionadas con problemas estructurales y contextos de crisis. La primera expresión del movimiento social es la manifestación donde se denuncia o se exige, su demanda puede extenderse e incluso derrocar gobiernos.
El movimiento estudiantil de 1968 en México fue uno de los momentos más significativos de la lucha por la democracia y los derechos civiles en el país. Aunque comenzó como una protesta contra la represión policial, rápidamente se convirtió en un movimiento político nacional que cuestionaba el autoritarismo del Estado mexicano. Sus principales demandas eran: libertad a los presos políticos, que sumaban decenas de detenidos por haberse manifestado en la Ciudadela, en julio del mismo año; destitución de jefes policiacos represivos; desaparición del cuerpo de granaderos; no criminalizar la disidencia política e indeminización a las familias de estudiantes asesinados en el Casco de Santo Tomás, La Ciudadela y otros. Este movimiento social creció tanto que el gobierno de Ordaz temió lo tirara del poder, por eso ordenó la matanza.
El movimiento estudiantil de 1968 se reorganizó y continuó la lucha por sus demandas, otras nuevas se incrementaban, entre ellas la lucha por la autonomía universitaria y mayor democracia. El régimen encabezado por el PRI, ahora dirigido por Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), mantuvo una política de control vertical y represión del disenso. Aunque Echeverría prometió una apertura democrática tras los hechos del 68, en la práctica continuó el espionaje, la vigilancia y la represión de activistas, estudiantes y movimientos sociales.
En 1971 resurgió la movilización estudiantil, particularmente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), los estudiantes exigían: Democratización de los órganos de gobierno de sus instituciones, Apoyo a huelgas universitarias, como la de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde se habían violado principios de autonomía, Libertad para presos políticos del 68 y Fin de la represión.
Las movilizaciones sociales de junio de 1971 en México, que culminaron con la masacre del 10 de junio, conocida como el Halconazo o la Matanza del Jueves de Corpus, tienen sus raíces en diversos factores sociales, políticos y económicos acumulados desde la década de 1960, también estaba en la mente de los jóvenes una imagen que se propagó por el mundo, la de Ernesto Che Guevara, por su reciente triunfo en Cuba, eso era un mensaje: “Se puede tirar una dictadura”.
El gobierno de Echeverría había creado y entrenado en secreto a un grupo paramilitar denominado “Los Halcones”, compuesto por jóvenes reclutados, muchos con entrenamiento militar e ideológico anticomunista. Estos grupos fueron utilizados como fuerza de choque para atacar y dispersar movilizaciones sociales sin que interviniera directamente el Ejército.
Durante la manifestación, cuando el contingente avanzaba por la Calzada México-Tacuba en la Ciudad de México, fue atacado brutalmente por Los Halcones, armados con palos, varillas, armas de fuego e incluso armas de alto poder. El ataque dejó decenas de muertos (algunas fuentes hablan de más de 100), cientos de heridos y detenidos. El Halconazo fue una respuesta autoritaria del Estado mexicano al resurgimiento del activismo social y estudiantil, en un contexto en que el régimen priista buscaba mantener el control absoluto del poder y reprimir el disenso, casi 100 años duró el PRI y son tantos los episodios de sangre que el pueblo de México no olvida, los jóvenes deben de conocer y no permitir el retorno de esa forma de gobierno.
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