José Guadalupe Bermúdez Olivares
Las cooperativas son una alternativa de generación de conciencia social, de su propia revolución (de la conciencia) y de sus condiciones de vida, el Buen vivir es una expresión sintética que engloba el deseo de millones, más allá de una propuesta filosófico-política, o de una cosmovisión atribuida a un grupo originario, sino una imagen de Bienestar general que articula las constituciones referidas; pero, este movimiento cooperativista está con enormes retos de sobrevivir a los embates naturales al radicar en una economía de mercado, para mantener sus orígenes de transformación.
Cierto es que las cooperativas transforman el mundo, cambian las personas, impactan en el desarrollo económico y social, incluso están llamadas a cumplir papeles más profundos que nos llevarían a una sociedad descrita desde la utopía, con relaciones sociales nuevas, similares a las colectividades de los pueblos originarios, la comuna o comunidad indígena, en su organización y toma de acuerdos. Para participar con mejores elementos teóricos metodológicos, desde la propia epistemología de las ciencias sociales, impulsamos la participación en equipos coincidentes en realizar un buen análisis y actuar en consecuencia, como lo es el Foro político cooperativo latinoamericano, con colegas de Argentina, Puerto Rico, Panamá, Chile, Costa Rica, entre muchos otros.
En otro espacio generado para socializar nuestro pensamiento sobre lo social, optamos por dotarnos de herramientas que nos ayuden a lograr el nivel requerido para explicarnos lo que sucede, decidimos traernos a la caja de herramientas a Enrique De la Garza, Hugo Zemelman, Chomsky; posiciones de Gramsci, Marx y Lenin, entre muchos otros, con una metodología que se entrelaza y se reconfigura, desde la lógica de Rogelio Sosa, quien ha venido aportando al análisis social con sustentación teórico empírica, en una realidad compleja.
Asumimos que la realidad es cambiante, jamás estática, asumirlo así tiene que ver con la adopción de un paradigma de las ciencias sociales diferente al positivismo, quien considera que la realidad es algo dado, lo que contraviene el dinamismo del sujeto y la realidad dándose, como lo afirma Zemelman (1987), dentro del paradigma positivista, la validez de la teoría se presupone a priori, lo que, de acuerdo con De la Garza (2018), tiene implicaciones en el acto mismo de la interpretación de lo que sucede hoy mismo.
Se tiende a confundir descripción y normatividad, propiciando que la explicación de la realidad empírica se limite a buscar las tendencias e interpretarlas, esta limitante del paradigma positivista, y particularmente del método hipotético-deductivo, llevó a indagar otras opciones. En cuanto al paradigma interpretativo o hermenéutico, éste reivindica al sujeto en el proceso de construcción de la realidad social, toda vez que la realidad es entendida como significativa e intencional, y son precisamente los individuos los únicos que pueden darle intencionalidad a la realidad. Es decir, que en la hermenéutica subyace una concepción del hombre como ser creativo, y en razón de esta concepción se cuestiona la posibilidad de un conocimiento de lo social que suprima la consideración de los propósitos y las intenciones subjetivos, los cuales sólo se manifiestan imperfecta y parcialmente en las consecuencias observables de la acción, lo que hace a lo social inaccesible a los esquemas causales positivistas. A diferencia del paradigma positivista, para la hermenéutica la interpretación media en la formulación de toda observación y el dato es un momento de la vida.
Dice De la Garza (2018, p. 16) que:
“En nuestras lecturas encontramos que en el marxismo había una línea desarrollada por parte del llamado marxismo occidental, la del sujeto-objeto (enriquecida con las obras de Gramsci, Korsch y la Escuela de Frankfort, sobre todo la de Theodor Adorno), que se volvió investigación histórica de alto vuelo con E. P. Thompson. No se había hecho la síntesis de esta perspectiva del marxismo que contrastaba con la de la Segunda y Tercera Internacional, de corte más estructuralista y evolucionista, que reivindicaba la relación del sujeto con el objeto, y con ello, lo que ahora denominamos subjetividad, como mediación necesaria para que las “presiones de las estructuras se convirtieran en acciones”, como diría Gramsci”.
Así, al analizar las Categorías de análisis crítico de lo social, propuestas por Sosa (2022) encontramos un método coincidente con el Método concreto, abstracto, concreto, desarrollado por De la Garza (2018) a partir de poner en la mesa 10 categorías de análisis con las cuáles es posible interpretar con ayuda de la metodología de la configuración, ambos (De la Garza, 2018; Sosa, 2019) con sus aportes ayudarán al equipo para ejercitar el pensamiento en este paradigma interpretativo con objetos sociales que están a la vista: Las guerras en este momento, el proceso de sucesión del gobierno federal, las prácticas sociales de los actores en problemas sensibles y significantes en un contexto concreto, entre otros.
Otro de los intelectuales invitados a la mesa, a partir de su obra, es De Souza (1997) porque el análisis de la coyuntura no solo es parte del arte de la política, es en sí mismo un acto político, el que hace política, hace análisis de prácticas, análisis de la coyuntura con sus categorías de: Acontecimientos, Escenarios, Actores, Relación de Fuerzas, Articulación o relación entre estrategia y coyuntura, que nos llevará de la mano en el ejercicio interpretativo desde la teoría política para incidir en los espacios de interlocución donde cada uno de nosotros actuamos.
Sin duda un análisis interesante y necesario en nuestros días.
Referencias:
De la Garza, E. (2018). La metodología configuracionista para la investigación social. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
De Souza, H. J. (1997). Cómo hacer un análisis de coyuntura. CODECAL.
Sosa, R. (2019). Diez categorías para el análisis crítico de lo social. Mimeo.
Sosa, R. (2022). Categorías de análisis crítico de la realidad. Mimeo en preprensa.
Zemelman. (1987). Conocimiento y sujetos Sociales: contribución al estudio del presente. El Colegio de México. México.
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